Se van cumpliendo las previsiones. Tras Grecia, se decía, van Italia y España. Del asunto español ya hemos hablado, y hasta cierto punto, nos hemos preparado para un posible rescate.
Pero Italia sorprende. ¿Por qué?. Pues porque es la tercera economía europea, la octava del mundo y su actividad supone casi el 20% de toda la actividad de la Unión Europea. Vamos, un enorme gigante con una industria potente y unas cifras macroeconómicas no tan malas para los tiempos que corren: el paro está en el entorno del 8%, y su déficit (el desajuste entre lo que ingresa y lo que gasta) no es tan exagerado. Según la previsión del FMI, este año cerrará con un déficit público del 4% (recordemos que España andará por el 9%).
Pero tiene dos problemas: su enorme deuda. Italia, como algunos ricachones, tiene mucho: un coche de lujo, una casa de lujo, una bonita residencia de verano, un yate, un avión privado y un trabajo con futuro. Pero para mantener su ‘alto nivel de vida’, no le sirve su gran sueldo. Quiere más, y basándose en un trabajo bien remunerado y con futuro, pide mucho dinero prestado y los bancos se lo conceden. Pasan los años de esta guisa, de tal forma que Italia, ahora mismo, tiene mucho, sí,... pero también debe mucho. En concreto, el 120% de su PIB; esto es, debe más de lo que su economía (salario) es capaz de producir (ganar) en un año.
¿Y qué pasa ahora, en plena crisis y con Grecia armándola en el patio de vecinos?. Pues que la escandalera (desconfianza) se extiende, y ya no le prestan tanto ni tan barato. Saben que su ‘sueldo’ (su PIB) no va a crecer lo que crecía antes, con lo que los prestamistas / inversores / mercados les empiezan a cerrar el grifo, y le piden que amolde su nivel de vida a sus ingresos reales.
Japón tiene una deuda incluso superior, el 200% de su PIB... pero el crecimiento de Japón, aun siendo pequeño, se estima que será mayor y más sostenido en el tiempo que el crecimiento italiano. Y ya se sabe: si no aumentan tus ingresos, ¿cómo pagas tu deuda?.
A esto, añadamos la credibilidad de un personaje como Berlusconi, más conocido por sus famosas fiestas, y por decir de la actual presidenta alemana Angela Merkel que es un ‘culazo mantecoso infollable’ (ver noticias del 16-9-2011. Berlusconi llama 'culazo mantecoso infollable' a Merkel en conversación telefónica que creía privada). Lástima que Merkel sea una de las líderes que decide cuánto crédito le van a dar y en qué condiciones.
Así que, con una crisis galopante que va a mermar los ingresos de los estados de manera importante los próximos años, un país fuertemente endeudado y un líder como Berlusconi, los inversores / prestamistas se asustan. Huyen de las empresas y la deuda italianas, y al país las cuentas empiezan a fallarle estrepitosamente. Además, la promesa de Berlusconi de abandonar la jefatura de gobierno en cuanto el parlamento apruebe los recortes a los que le están obligando Merkel y Sarkozy, no se la cree casi nadie, porque hay precedentes de numerosos incumplimientos previos.
¿Solución?. Dicen los expertos que pasa por la dimisión hoy mejor que mañana de Berlusconi, gobierno de concentración nacional como en Grecia, recortes y más recortes,... y el banco central europeo, que debería prestarles todo el dinero que precisen. Claro que hay una pega: el BCE sólo puede comprar deuda pública de los países en apuros... y no mucha. En ningún caso puede prestarles dinero, como por cierto, sí hace la reserva federal estadounidense, la FED, su banco central.
El asunto preocupa a los vecinos de portal. Italia no puede caer, dicen, porque en la comunidad no hay dinero ahora mismo para su rescate. Entre todos a escote no llega para prestarle por un volumen parecido a todo lo que debe. Y si Italia deja de pagar sus deudas, lo mismo se cae el edificio entero. Así que, insisten todos los líderes europeos, Italia NO debe quebrar. Ya, ya... pero... ¿y si cae?. Ya no sólo le seguiría España (por cierto, un fijo en todas las quinielas). Ahora se habla también de Francia. Como tantas veces en esta sección, se admiten apuestas.
Pero Italia sorprende. ¿Por qué?. Pues porque es la tercera economía europea, la octava del mundo y su actividad supone casi el 20% de toda la actividad de la Unión Europea. Vamos, un enorme gigante con una industria potente y unas cifras macroeconómicas no tan malas para los tiempos que corren: el paro está en el entorno del 8%, y su déficit (el desajuste entre lo que ingresa y lo que gasta) no es tan exagerado. Según la previsión del FMI, este año cerrará con un déficit público del 4% (recordemos que España andará por el 9%).
Pero tiene dos problemas: su enorme deuda. Italia, como algunos ricachones, tiene mucho: un coche de lujo, una casa de lujo, una bonita residencia de verano, un yate, un avión privado y un trabajo con futuro. Pero para mantener su ‘alto nivel de vida’, no le sirve su gran sueldo. Quiere más, y basándose en un trabajo bien remunerado y con futuro, pide mucho dinero prestado y los bancos se lo conceden. Pasan los años de esta guisa, de tal forma que Italia, ahora mismo, tiene mucho, sí,... pero también debe mucho. En concreto, el 120% de su PIB; esto es, debe más de lo que su economía (salario) es capaz de producir (ganar) en un año.
¿Y qué pasa ahora, en plena crisis y con Grecia armándola en el patio de vecinos?. Pues que la escandalera (desconfianza) se extiende, y ya no le prestan tanto ni tan barato. Saben que su ‘sueldo’ (su PIB) no va a crecer lo que crecía antes, con lo que los prestamistas / inversores / mercados les empiezan a cerrar el grifo, y le piden que amolde su nivel de vida a sus ingresos reales.
Japón tiene una deuda incluso superior, el 200% de su PIB... pero el crecimiento de Japón, aun siendo pequeño, se estima que será mayor y más sostenido en el tiempo que el crecimiento italiano. Y ya se sabe: si no aumentan tus ingresos, ¿cómo pagas tu deuda?.
A esto, añadamos la credibilidad de un personaje como Berlusconi, más conocido por sus famosas fiestas, y por decir de la actual presidenta alemana Angela Merkel que es un ‘culazo mantecoso infollable’ (ver noticias del 16-9-2011. Berlusconi llama 'culazo mantecoso infollable' a Merkel en conversación telefónica que creía privada). Lástima que Merkel sea una de las líderes que decide cuánto crédito le van a dar y en qué condiciones.
Así que, con una crisis galopante que va a mermar los ingresos de los estados de manera importante los próximos años, un país fuertemente endeudado y un líder como Berlusconi, los inversores / prestamistas se asustan. Huyen de las empresas y la deuda italianas, y al país las cuentas empiezan a fallarle estrepitosamente. Además, la promesa de Berlusconi de abandonar la jefatura de gobierno en cuanto el parlamento apruebe los recortes a los que le están obligando Merkel y Sarkozy, no se la cree casi nadie, porque hay precedentes de numerosos incumplimientos previos.
¿Solución?. Dicen los expertos que pasa por la dimisión hoy mejor que mañana de Berlusconi, gobierno de concentración nacional como en Grecia, recortes y más recortes,... y el banco central europeo, que debería prestarles todo el dinero que precisen. Claro que hay una pega: el BCE sólo puede comprar deuda pública de los países en apuros... y no mucha. En ningún caso puede prestarles dinero, como por cierto, sí hace la reserva federal estadounidense, la FED, su banco central.
El asunto preocupa a los vecinos de portal. Italia no puede caer, dicen, porque en la comunidad no hay dinero ahora mismo para su rescate. Entre todos a escote no llega para prestarle por un volumen parecido a todo lo que debe. Y si Italia deja de pagar sus deudas, lo mismo se cae el edificio entero. Así que, insisten todos los líderes europeos, Italia NO debe quebrar. Ya, ya... pero... ¿y si cae?. Ya no sólo le seguiría España (por cierto, un fijo en todas las quinielas). Ahora se habla también de Francia. Como tantas veces en esta sección, se admiten apuestas.
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