Simplemente: no es verdad que la situación española haya mejorado. Y lo que es peor: quienes le prestan dinero lo saben. Saben que España no tiene un plan creíble de crecimiento, ni una banca saneada, ni capacidad para ahorrar lo que jura que va a ahorrar, ni para absorber el desastre social y económico de 6 millones de parados. Y que por lo tanto, la capacidad para devolverles lo que le presten tiende a cero. Así de claro.
¿De dónde viene pues la percepción actual de ‘mejora evidente’?. Es cierto que la prima de riesgo (la que mide el riesgo que creen correr lo acreedores a que no les paguen lo que les deben) se ha relajado. También es verdad que España, de repente, encuentra más fácilmente quien le preste a un precio razonable.
Pero no lo es menos que su deuda (lo que tiene que pedir prestado ‘a diario’ para no quebrar) aumenta mes a mes; y para estas alturas de este 2013 alcanza ya la cifra del 90% de su PIB. Es decir, España debe ya el 90% de lo que su economía ‘fabrica’ en un año. Y por si fuera poco, la ortodoxia liberal de la ciencia económica, ésa que prefiera la austeridad al gasto público, ésa bajo la que Rajoy ampara su carrera hacia el abismo, advierte de que, a partir de ese porcentaje de deuda pública, la historia de 200 años a esta parte demuestra que los países que se han visto en esa tesitura crecen menos que el resto.
Alemania no tiene ningún problema con España... pero no afloja. La mano que mece la cuna europea se ha cansado de acunar sueños imposibles. Simplemente no se acaba de creer que si Rajoy no ha sido capaz de ajustar gastos e ingresos en los últimos dos años, lo haga en los dos próximos. ¿Por qué si ha fallado ya tres veces, acertará a la cuarta?.
Qué gran pregunta... sin respuesta por parte española, más allá del ‘majismo’ chovinista español, tan claramente perceptible en las declaraciones de Mariano Rajoy, sus ministros y la prensa palmera. No hay más que leer un poco para darse cuenta de que España sigue generando la misma confianza que en verano del año pasado, cuando ante el inminente riesgo de quiebra, el Banco Central Europeo mostró el ‘bazooka’. Es un ejemplo que puso Timothy Geithner, ex secretario del Tesoro del gobierno de Estados Unidos durante el primer mandato de Obama:
Y me temo que ni España - por descontado- ni el BCE andan sobrado de ‘bazookas’... cargados.
“Cuando alguien trata de robarte en plena calle, suele bastar con hacerle creer que llevas un ‘bazooka’. El problema está en que en algunos casos no sirve; tienes que utilizarlo”.
Y me temo que ni España - por descontado- ni el BCE andan sobrado de ‘bazookas’... cargados.
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