En "La jangada", subtitulada "Ochocientas leguas por el Amazonas" ('La jangada. Huit cents lieues sur l’Amazone'), quizá una de las novelas menos conocidas de Julio Verne, la trama gira en torno a la necesidad de descifrar un documento que probaría la inocencia de un hombre condenado a la pena de muerte por unos hechos que no cometió.
La historia se desarrolla en el año 1852: Juan Garral, de origen brasileño y propietario de una rica granja situada cerca de la aldea de Iquitos en Perú, próxima a la orilla izquierda del Amazonas, es padre de dos hijos, Benito y Minha, que viven en la granja con él y su madre, Yaquita.
El padre de Yaquita, un portugués llamado Magallanes y anterior propietario de la granja, acogió a Juan Garral veintiséis años antes, cuando éste llegó a Iquitos huyendo de su patria, Brasil, como consecuencia de ciertos sucesos que le habían obligado a expatriarse.
El caso es que, tras un accidente mortal y en su lecho de muerte, Magallanes hizo jurar a Juan Garral que tomaría por esposa a su hija Yaquita. Ambos se amaban y se unieron en matrimonio horas antes de la muerte de Magallanes, lo que hizo que Juan Garral quedara a partir de esa unión como nuevo propietario de la granja de Iquitos.
Pasado el tiempo, ya en el año en que se desarrolla esta historia, Manuel Valdés, un portugués y joven médico que tenía una íntima relación con la familia y, consecuencia de ello, amigo y considerado hermano de Benito, pide en matrimonio a Minha, que acepta.
Por expreso deseo de Minha la boda se celebraría en Belem, capital del estado brasileño de Pará, ya que la madre de Manuel estaba enferma y no podía desplazarse a Iquitos; ella no deseaba casarse antes de haber podido conocerse mutuamente y, además, era la ciudad donde residiría el futuro matrimonio. Ahora ya sólo quedaba convencer a Juan Garral de que la boda se celebraría en Brasil, a quien la sola idea de pasar la frontera le producía una enorme tribulación, pero a lo que finalmente accedió.
Para transportar a su familia, su personal y su cargamento hasta el lugar donde se celebrará el matrimonio, Juan Garral decide construir una inmensa jangada, es decir, una enorme balsa o almadía de río, que deberá navegar ochocientas leguas a lo largo del río Amazonas hacia el litoral atlántico de Brasil. Tipo de embarcación que, evidentemente, da título a la novela.
Durante el viaje, un aventurero y personaje de mal vivir, Torres, que ya venía rondando desde hace tiempo la hacienda de Juan Garral, consigue que le den pasaje en la Jangada hasta Manaos, y una vez llegados a esta ciudad chantajea a éste, que en realidad se llamaba Juan Dacosta, con denunciarlo, para lo que utilizaría los hechos que Juan Garral había ocultado durante mucho tiempo y habían provocado que huyera de Brasil en su juventud: el robo de un convoy que transportaba diamantes y el asesinato de los soldados que lo escoltaban, hechos por los que en su día fue detenido, juzgado y condenado a la pena capital, aunque logró escapar. Si Juan Garral no hacía que este malhechor se casase con su hija Minha, él lo delataría a las autoridades, mientras que si hacia lo que Torres le pedía, que sabía que Juan Garral era inocente porque conocía al verdadero culpable, le daría la prueba que le permitiría demostrar su inocencia.
El verdadero culpable, al que Torres había conocido mucho tiempo después de que cometiera los delitos, cuando estaba a punto de llegar su fin y víctima de los remordimientos, escribió un documento de su propia mano en el que detallaba lo ocurrido en el robo de los diamantes, exculpaba a Juan Dacosta y se confesaba el autor de los hechos, y, conociendo dónde se había refugiado Juan Dacosta y el nombre bajo el que se había procurado una nueva vida, encargó a Torres que le entregara ese documento como prueba de su inocencia, con objeto de que pudiera obtener la rehabilitación a la que tenía derecho. Asunto que, evidentemente, Torres no estaba dispuesto a hacer sin obtener a cambio una gran fortuna.
Juan Garral se negó y a la mañana siguiente fue detenido por la policía.
Bueno, el resumen que he hecho es un poco extenso, pero creo que necesario para que se pueda entender lo que viene a continuación, y ya, sin mayor dilación, voy a la parte en la que se ven involucrados la criptografía y el criptoanálisis.
El hecho es que la familia de Juan Dacosta consigue hacerse con una caja que estaba en posesión de Torres, que supuestamente contenía el documento que probaría su inocencia y se la entregan al juez Vicente Jarríquez, que era el encargado del caso. Cuando el juez abrió la caja encontró dentro de ella un documento con un criptograma. Lógicamente, el verdadero culpable de los hechos que se imputaban a Juan Dacosta había cifrado el documento para que, caso de caer en manos extrañas, no le comprometiese.
El juez puesto a la labor de intentar descifrarlo, pensó que el nombre de Juan Dacosta debería aparecer en el texto en claro y, si esto era así, lo más probable es que se encontrase en su último párrafo, por lo que decidió centrar su criptoanálisis en el último párrafo del criptograma, el siguiente:
Phyjslyddqfdzxgasgzzqqehxgkfndrxujugiocytdxvksbxhhuypohdvyrymhuhpuyd
kjoxphetozsletnpmvffovpdpajxhyynojyggaymeqynfuqlnmvlyfgsuzmqiztlbqgyug
sqeubvnrcredgruzblrmxyuhqhpzdrrgcrohepqxufivvrplphonthvddqfhqsntzhhhn
fepmqkyuuexktogzgkyuumfvijdqdpzjqsykrplxhxqrymvklohhhotozvdksppsuvjhd
El juez va realizando sucesivamente diferentes pruebas sin ningún resultado, sólo consigue determinar que en este párrafo se encuentran todas las letras del alfabeto menos una, la 'w'.
Absorbido estaba el juez intentando desentrañar el secreto cuando Manuel va a verle y el primero le comenta al joven médico que, tras las pruebas realizadas, ha llegado a la conclusión de que: "En este documento el valor de la letra cambia, de acuerdo con la cifra, tomada arbitrariamente y que es lo que rige. Así, una b que haya sido representada por una k, más adelante lo será por una z; después por una m, o una n, o una i, o cualquier otra letra" (lo que hace es, básicamente, definir un cifrado de sustitución simple polialfabética) y, más adelante, le describe al médico aunque sin citarlo expresamente, el cifrado de Gronsfeld, que sería el método empleado para cifrar el mensaje. Además, el juez también llega a la conclusión de que es imposible descifrarlo sin saber la clave.
Cuando ya daban por imposible el descifrado del criptograma y sólo quedaba cumplir con la orden que acababa de llegar de Río de Janeiro para que se ejecutase inmediatamente a Juan Dacosta, Fragoso, un hombre al que Juan Dacosta había acogido en su hacienda tras encontrarlo en una lamentable situación, tras realizar una serie de averiguaciones a raíz de haber conocido a Torres, le dijo al juez que un compañero de Torres, con quien éste estaba unido estrechamente y que había muerto hace algunos meses, era muy probablemente el autor del documento cifrado y el que se lo había entregado a Torres. Su nombre era Ortega.
El juez, al oír ese nombre, se puso inmediatamente a intentar obtener con él la clave, y después de probar con las seis primeras letras del último párrafo sin resultado positivo decidió probar con las últimas letras:
- Seis últimas letras del criptograma: suvjhd
- Palabra probable o texto claro conocido: ortega
- Posible clave: 432513
Es decir, si desplazo hacia la izquierda en el alfabeto 4 caracteres la letra 's' se convierte en 'o'; si desplazo 3 caracteres hacia la izquierda la letra 'u' se convierte en 'r'; si desplazo 2 caracteres a la izquierda la letra 'v' se convierte en 't'; si desplazo 5 caracteres hacia la izquierda la letra 'j' se convierte en 'e'; si desplazo 1 carácter a la izquierda la letra 'h' se convierte en 'g' y si desplazo 3 caracteres a la izquierda la letra 'd' se convierte en 'a'. Por lo tanto, si la palabra probable estuviera correctamente encajada al final del criptograma, para que las seis últimas letras se descifraran como 'ortega' la clave debería ser 432513 (ver cómo se cifraba y descifraba utilizando el cifrado de Gronsfeld en este post).
Ahora, ya sólo quedaba probar esta clave con el resto del último párrafo y esto es lo que obtuvo cuando empezó a descifrarlo:
- Clave: 432513432513432513432513432513432513
- Criptograma: Phyjslyddqfdzxgasgzzqqeh...
- Texto en claro: Leveritableauteurduvolde...
Ya no le hizo falta seguir descifrando, tenía, por fin, la clave del documento que iba a demostrar definitivamente la inocencia de Juan Dacosta y salió precipitadamente a la calle.
¿Consiguió el juez Vicente Jarríquez detener la ejecución de Juan Dacosta?
Como se ve el texto en claro está en francés, lo que era fácilmente sospechable por el autor de la novela y el idioma en el que está escrita la versión original de la misma. La primera parte del último párrafo era:
Le véritable auteur du vol de...
En español (con ayuda del traductor):
El verdadero autor del robo de...
¿Qué ponía en el último párrafo completo del criptograma? Esto lo dejo para que quien esté interesado lo resuelva de una de cuatro maneras posibles (hay que tener en cuenta que el alfabeto utilizado es el de 26 letras - A,.., Z -, pero se excluye la 'W'): leyendo la parte de la novela donde se descifra completamente, descifrándolo manualmente (ver este post donde explico cómo hacerlo), automatizar su descifrado mediante una hoja Excel o un pequeño programa, o utilizar una herramienta 'on-line' que lo haga por nosotros.
Una novela de Julio Verne, no por poca conocida que no merezca la pena leer y, por tanto, cuya lectura recomiendo en esta época estival, ya que contiene muchas más cosas que la criptografía y seguro gustará a quien se anime a leerla.
En esta ocasión, al contrario de lo que dije en este post sobre que Julio Verne parece tener predilección por los cifrados de transposición (ver este post sobre el criptograma que aparece en "Viaje al cento de la Tierra" - 'Voyage au centre de la Terre' - y el post indicado al principio de este párrafo sobre el que figura en su relato corto "Matías Sandorf" - 'Mathias Sandorf' -), en esta novela utiliza un criptosistema de un tipo mucho más complejo, un cifrado de sustitución simple polialfabética.
Además del propio criptograma utilizado en esta novela, otra curiosidad es que la primera publicación de "La jangada" fue por entregas en 'Le magazine d'éducation
et de récréation' desde el 1 de enero de 1881 hasta el 1 de diciembre del mismo año, y se dice que en octubre de 1881 un joven lector logró descifrar el criptograma antes de que se publicara la solución y, aunque no se especifica qué método empleó para ello, se especula que fue mediante el método Kasiski, que fue publicado en 1863, es decir, 18 años antes que la novela. Algo que yo creo que es muy probable y que me propongo demostrar que pudo ser así en un próximo post o, lo que es lo mismo, que tanto el juez Vicente Jarríquez como Julio Verne se equivocaban :), ya que no es necesario conocer la clave para descifrar el criptograma.
Y para finalizar una última curiosidad: al igual que Arthur Conan Doyle (ver este post donde al final comento esto mismo referido a este escritor británico), Julio Verne también tenía una gran admiración por el escrito norteamericano Edgar Allan Poe, así, entre otros guiños que demuestran esto, en el capítulo XII (segunda parte) de esta novela se hace referencia expresa al cuento "El escarabajo de oro" y al descifrado del criptograma que en él aparece (ver este post donde lo explico) en estos términos en boca del juez Vicente Jarríquez: "¡Y qué tengo que hacer, pues, sino proceder siguiendo el método de aquel gran genio analizador que se llama Edgar Allan Poe!... se refería a una novela del célebre escritor americano, una verdadera obra maestra. ¿Quién no ha leído El escarabajo de oro?".
Al final del siguiente post (http://mikelgarcialarragan.blogspot.com/2022/08/criptografia-ccxxi-sabias-que-xx.html) se descifra el último párrafo completo del criptograma utilizando la herramienta 'on-line' (https://www.dcode.fr/gronsfeld-cipher) que comento en esta entrada.
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