La patronal vasca Confebask planteó el viernes adoptar el sistema fiscal alemán. Y que pasa, en resumen, por bajar el impuesto de sociedades, y reducir la cotización empresarial a la Seguridad Social. ¿Cómo compensar esos menores ingresos para el estado en época de ‘vacas flacas’ como la actual?.
Dos vías: a) aumentando la aportación de los trabajadores a la Seguridad Social; esto es, que en las nóminas de los trabajadores por cuenta ajena esa retención suba un par de puntos. b) Subiendo el IVA. Hay margen; de hecho, el tipo español de IVA medio es del 18%, cuando la media europea ronda el 20%.
¿Porqué Alemania como modelo para Euskadi?. Pues porque su tejido productivo es muy similar al vasco, con un gran protagonismo para la industria y el empleo cualificado / especializado. Y porque buena parte de lo que hacemos en Euskadi se lo vendemos a los alemanes, fundamentalmente automoción y máquina herramienta. Si una empresa vasca quiere vender, pongamos por caso, tubos de acero en Alemania, de partida el precio de su producto será mayor que el de su competidor alemán, porque el empresario vasco paga más impuestos que el alemán: a mayor coste de partida, mayor precio final.¿Cómo conseguir mayor competitividad?. Reduciendo precios. Confebask asegura que si igualamos las condiciones de partida entre unos y otros (mismos impuestos = mismos precios), las empresas vascas adquirirán más pedidos, con lo que la demanda de empleo será mayor. A menos impuestos, más empleo. Ése es su compromiso.
En Alemania funciona. Tras la rebaja fiscal aplicada hace años, el paro está en el 6%. Sí, sí: el 6%. En Euskadi, el 10%. Un paro asimilable a países de nuestro entorno como Francia..., pero con el riesgo de aumentar si no se ponen medidas adecuadas.
El autogobierno fiscal en Euskadi nos permite marcar diferencias con España también en esta materia; y sin promover una desarmonización fiscal ‘apabullante’ con España, sí que hay margen maniobra para acercarnos a la realidad empresarial alemana.
A Confebask le han llamado de todo menos ‘guapa’ por este planteamiento. Pero como siempre, ELA se lleva la palma: "nunca en la historia, ni siquiera durante los imperios clásicos" - dice Adolfo Muñoz- "hemos sido testigos de tamaño saqueo al obrero". En fin. Paralelamente, la fábrica de Mercedes en Vitoria - la más grande de Euskadi con más de 3.500 personas en plantilla - se ha garantizado el contrato de la multinacional alemana para fabricar un nuevo modelo de furgoneta con destino al mercado mundial. De esta forma, hay trabajo garantizado en la planta alavesa hasta el 2024, y el año que viene se contratará a 300 empleados más. A cambio, es verdad, el nuevo convenio colectivo contempla más trabajo por el mismo dinero: los trabajadores han tenido que renunciar a parte de las condiciones anteriores,... aunque el acuerdo con la dirección contempla subidas salariales de más del 2% para los próximos años.
La planta de Mercedes en Gasteiz tenía un duro competidor por este contrato: Mercedes Berlín, que desde años atrás ya tenía un acuerdo en vigor similar al recién aprobado en Gasteiz: la única opción para la planta alavesa era, cuando menos, igualar la condiciones de su competidora berlinesa.
Una vez conseguido, las ventajas para la economía alavesa y la vasca, además de para Mercedes Gasteiz, son evidentes, ¿o no?. ELA debería explicar por qué se ha quedado fuera del acuerdo suscrito por la mayoría sindical en Mercedes Gasteiz. Igual hasta nos convence.
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