Hoy se han
publicado los datos del Ministerio de Trabajo sobre paro en diciembre y del
total del año recién finalizado. Lo primero que hay que decir es que son cifras
que, técnicamente, no cuentan. Están fuera del sistema estadístico oficial,
porque si bien indican una tendencia, dejan fuera a mucha gente que,
desanimada, ni siquiera acude a las oficinas para inscribirse en las listas.
Segundo... pero no menos preocupante (...si cabe): España ha perdido en apenas
cinco años más de 2’5 millones de cotizantes a la Seguridad Social: de 19
millones de trabajadores cotizantes en 2007, a 16’5 millones en la actualidad.
Traducido: se ha reducido enormemente la recaudación necesaria para hacer
frente a las pensiones y a las prestaciones por desempleo. Por cada pensionista
español ya ni siquiera hay dos trabajadores cotizando: la media es de 1’7
trabajadores por pensionista (aproximadamente). En Euskadi la media es
prácticamente la misma. En nuestro país hemos pasado de 1 millón de cotizantes
en 2007/2008, a 890.000 hoy en día. (fuente: Ministerio de Trabajo).
Pero pocos, muy pocos, se lo creen porque su principal
problema es que siguen sin responder a lo único realmente importante: ¿Cómo
piensan generar ingresos para pagar lo que se debe y reactivar la economía?, ¿Cuál es la carta escondida que Mariano espera jugar y se resiste a compartir
con el resto de los mortales?. Ya saben la ecuación: sin ingresos no hay gasto,
y sin gasto no hay reactivación posible. Por el contrario, sin gasto público,
cuando no hay privado, la recesión se acentúa y el paro crece... que es
exactamente lo que ha ocurrido en los últimos cuatro años. Pero tranquilos, nos
dicen: ahora será diferente. Exactamente, ¿por qué?.
Por eso, para hacer la estadística oficial se utilizan las encuestas
telefónicas o de otro tipo que realizan tanto el Instituto español de
Estadística (INE), como el vasco (Eustat). Éstas afloran más paro del
registrado en las antiguas oficinas del INEM (Lanbide en Euskadi), y ésa es la
razón por la que las cifras facilitadas hoy por el Ministerio de Trabajo (4,5
millones de parados) son sensiblemente inferiores a las del INE (6 millones de
parados aproximadamente).
En todo
caso, más allá de esa discrepancia numérica, hay dos aspectos claramente
constatables:
Primero: nadie discute
ni ningún organismo rebate que España es, con mucha diferencia, el país con más
desempleados de la Europa de los 27, por delante incluso de Grecia. En Euskadi
estamos muy lejos de ese macabro récord, pero mantenemos unas cifras ya superiores a la media, en torno al 12% (cifras
Eustat). Y con un agravante: en este año que acaba de terminar, 2012, ha aumentado el paro
en Euskadi el doble que la media española (datos del Ministerio de Trabajo
dados a conocer hoy mismo).
Resumiendo:
se pierde empleo a chorros, desaparecen miles de empresas (más de 6.000 sólo en
Euskadi en los últimos cuatro años según datos recién facilitados por Confebask)
y bajan alarmantemente los ingresos de las haciendas.
Ante esta situación, ¿qué
hace el gobierno español?:
- Facilita los despidos baratos (reforma laboral).
- Aumenta algunos impuestos (IVA; eliminación de deducciones
fiscales, v.g, la vivienda...).
- Reduce drásticamente el gasto público, recortando por
ejemplo las prestaciones por desempleo (exactamente lo contrario a lo que acaba
de lograr Obama con su famoso acuerdo para evitar el conocido como ‘precipicio
fiscal’), o adelgazando aceleradamente la administración (despido de
funcionarios interinos, rebajas salariales, privatización cuando no liquidación
directa de servicios públicos, v.g, TeleMadrid o Sanidad en Madrid...).
- Y recorta la inversión productiva que, dentro de unos años,
debería sacarnos del agujero: educación (sólo las 6 universidades públicas
madrileñas dejarán de percibir más de 2.000 millones de euros), o I+D+I son
claros ejemplos.
Así las cosas, ministros y ministras de Rajoy nos dicen que
aguantemos porque a finales de este año llegará la tan esperada mejora.
En Euskadi, el nuevo lehendakari ha tenido al menos la
decencia de no alimentar falsas expectativas. No hay nadie, absolutamente
nadie, que a día de hoy pueda avanzar con solvencia y datos empíricos que a
finales de este 2013 habrá una recuperación, siquiera tímida, de la economía
vasca o española. Nadie... bueno sí, hay uno: Mariano Rajoy. Ora pro nobis...
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